Sintiendo opresión en el pecho durante varios días, María Ono decidió ir a una clínica privada dirigida por un médico para recibir tratamiento. El médico andrajoso comenzó a quitarle la camisa con el fin de examinarla, pero curiosamente no vio nada inusual a pesar de que previamente había apretado sus senos hasta desgastarlos. Continuó usando la cuerda para arreglar sus senos. Al mismo tiempo, le ató las manos. Ahora su verdadera naturaleza perra quedó al descubierto. Resultó que vio que ella era gordita y hermosa como un ángel, por lo que decidió correr el riesgo de amarrarla y violarla. Éste es verdaderamente un médico engañoso y lascivo.
